Las abejas han sido exterminadas por pesticidas, venenos y enfermedades. Durante años, la tierra permaneció improductiva. El hombre ha tenido que renunciar a la mayoría de los alimentos habituales. Se despidió de las manzanas, los limones, las berenjenas, los pepinos, los calabacines, el apio, las zanahorias y muchas otras frutas y verduras.